El precio de la soja argentina se negoció en alza ayer por tercera rueda consecutiva en el mercado físico, donde las fábricas ofrecieron 7300 pesos por tonelada de la oleaginosa para las entregas en las terminales del Gran Rosario, 100 pesos más que anteayer. Así, el grano grueso acumuló una ganancia del 4,3% frente a los 7000 vigentes el lunes pasado.
La tónica alcista se reflejó también en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), donde los ajustes de las posiciones julio y noviembre de la soja sumaron US$3,20 y 3,70 tras cerrar con valores de 310 y de 324,50 dólares por tonelada.
El movimiento alcista local volvió a relacionarse con la necesidad de mercadería de la industria aceitera y con el proceso devaluatorio del peso frente al dólar. Sin embargo, estuvo otra vez limitado por las bajas externas. En efecto, ayer la soja completó la tercera rueda bajista seguida en la Bolsa de Chicago.
Al cierre de los negocios, las pizarras mostraron quitas de US$1,65 y de 1,66 sobre los contratos julio y agosto de la soja, cuyos ajustes resultaron de 374,24 y de 375,98 dólares por tonelada. El dato que prolongó la racha bajista de la oleaginosa fue el negativo reporte semanal oficial sobre las exportaciones de EE.UU.
En su trabajo, el USDA confirmó ayer la cancelación de ventas externas de poroto de soja 2017/2018 por 139.500 toneladas y ventas efectivas de grano 2018/2019 por apenas 6900 toneladas, por debajo de las 224.700 toneladas del informe anterior y del rango previsto por los operadores, de 200.000 a 400.000 toneladas.
Acerca de los cereales, por tonelada de maíz la exportación pagó $4300 para el Gran Rosario, sin cambios. En Bahía Blanca y en Necochea, donde anteayer la demanda ofreció US$170, el cereal se negoció a 4200 pesos. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que los consumos pagaron de 3740 a 4500 pesos por tonelada de maíz seco.
En cuanto al trigo, la exportación pagó US$250 por tonelada para Bahía Blanca, US$5 más que anteayer, y $6050 para el Gran Rosario, $50 menos que en la jornada anterior. La molinería pagó de $5900 a 6800.
La Nación