En el mercado hay preocupación por la situación para pequeños corredores para operar
Esta semana trascendió en el mercado de granos que el Ministerio de Agroindustria de la Nación no intervendrá ante los requisitos y normativas establecidas por la Comisión Nacional de Valores (CNV) para los operadores de futuros agrícolas. La preocupación en el sector es que las exigencias de la CNV no lograrán ser cumplidas por muchos pequeños corredores que no podrán operar por sí mismos o deberán asociarse a grandes operadores.
"El 90% de los corredores son pequeños. Suponemos que lo que están queriendo hacer es reducir el segmento y que queden operando sólo los que cuentan con más solidez financiera, y que los pequeños se vayan a sus casas o se asocien a grandes que los sostengan", afirmó un corredor.
Por su parte, Javier Buján, presidente de Kimei Cereales y de la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, explicó que se equipara a los corredores de futuros agrícolas "con agentes de bolsa, financieros y bancarios". Agregó que provocará que los mercados de futuros agrícolas, en lugar de ampliar sus operadores otorgándole mayor liquidez y competencia, concentre aún más la operatoria entre pocas firmas.
"Cuando la normativa hace que solo una parte pueda seguir en carrera y limita al resto, esa competencia se hace en desventaja. No creo que los pequeños se puedan asociar a los grandes porque no los van a aceptar", señaló.
Buján dijo que los mercados de futuros agrícolas en la Argentina registran operaciones por el 20 a 23% de la producción nacional. "Lo normal son 130 millones de toneladas de granos versus 26 a 30 millones en futuros, cuando los mercados desarrollados en el mundo multiplican por dos y hasta 15 veces sus producciones. Si comparamos volúmenes operados en los años 90 versus producción nuestro mercado retrocedió", explicó.
Según el presidente de Kimei Cereales, una de las nuevas exigencias para los corredores será que su patrimonio pase de un millón de pesos a $2,5 millones para la escala más baja y de 3,5 millones de pesos a 18 millones para la escala más alta. Además, se establecerá la obligación de mantener el 20% el patrimonio en forma líquida constante y una matrícula anual que, según las categorías, rondará los 40 (para la más baja) a 300 mil pesos (para la más alta).
"El impacto se sentirá en las casas corredores chicas y medianas, todas Pymes y en su gran mayoría con una larga historia dentro del mercado. Para tener el acceso al escalafón más bajo, que sería un AN Agro o un AN (Agente de Negociación y Agente de Negociación Agrícola), se les solicitará un incremento de su patrimonio de uno a 2,5 millones de pesos y que tengan líquidos en forma constante por $500.000. El que no pueda quedarse en el circuito no va a poder ofrecerle a sus clientes las coberturas de precios o el arbitraje de una operación y ese cliente va a tener que buscarlo en algunas de las casas que sí quedaron en el sistema. El operador no sólo corre el riesgo de perder a un cliente en manos de los que quedaron en los mercados de futuro, sino también de perder el físico de ese cliente", afirmó.
La Nación