19/06/2018

Con rotación, se reduce 50% el nacimiento de malezas

about img 2

Así lo expresó uno de los expertos que disertó en el 14° Encuentro de Monitoreo y Control. Recomendaciones para el manejo de herbicidas.

La rotación de cultivos no sólo es una práctica sustentable por su colaboración para el cuidado de los suelos; también es una gran aliada para combatir una de las mayores amenazas que ha enfrentado la producción agrícola en los últimos años: las malezas.

El dato fue refrescado durante el 14° Encuentro Nacional de Monitoreo y Control de Plagas, Malezas y Enfermedades que se llevó a cabo en Córdoba, por el ingeniero agrónomo Eduardo Cortes, que dictó el curso “Malezas: ¿Es posible simplificar los sistemas?”.

Este especialista trabaja en la zona de San Francisco y mostró datos de ensayos realizados tanto a campo como en laboratorios, que muestran una reducción de entre 45 y 50 por ciento de los nacimientos para dos malezas de las más propagadas en el país: Echinocloa y Amaranthus, cuando se utilizaron estrategias de rotación de cultivos.

Según Cortes, la explicación es que “el cultivo de cobertura baja la temperatura del suelo y les quita luz a las malezas”.

Monitoreos

Los beneficios de la rotación fue uno de los tres ejes en los que Cortes estructuró su disertación; los otros fueron monitoreo y manejo de herbicidas.

Sobre los monitoreos, manifestó que son la clave para poder formular una estrategia correcta: “Tenemos que saber qué maleza tenemos en el lote, diferenciarla entre géneros y especies, y tomar decisiones a partir de ello”, puntualizó.

Por ejemplo, para casos de productores que siembran en campos arrendados, es fundamental. Según Cortes, “hay que ir y observar los esqueletos, evaluar cuáles eran las malezas preexistentes, anotarlas, llevar un registro lote por lote. No encontrarse al momento de sembrar con una maleza que no sabíamos que estaba”.

Aplicaciones

En relación al manejo de herbicidas, recordó la necesidad de sectorizar los lotes al momento de las aplicaciones de pre emergentes, en función de la maleza detectada o el cultivo que se vaya a sembrar.

“Si a la reducción de los nacimientos por la cobertura, le sumamos un pre emergente acorde a la maleza, prácticamente podremos eliminarla”, manifestó Cortes.

Esto es fundamental para eludir el error que llevó a esta expansión del problema: la aplicación de siempre el mismo principio activo, que elimina sólo los individuos susceptibles y permiten que se reproduzcan sólo los tolerantes y resistentes.

En cuanto a los post emergentes, mencionó como un aspecto muy importante la evaluación de las incompatibilidades que puede haber entre los graminicidas y los pre emergentes, que pueden reducir la eficacia de las aplicaciones.

La Voz del Interior