17/10/2018

Aseguran que se podrían recuperar U$S 219 millones con mayor eficiencia en la cosecha

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Es clave reducir los daños mecánicos al trillar los granos y evitar pérdidas en el almacenamiento, advierten desde INTA.

El dato muestra la escala del problema. Las evaluaciones de pérdidas en la cosecha, que el INTA realizó en las últimas 3 campañas en 7 provincias, confirman que la agricultura argentina deja 1.098 millones de dólares como granos dañados en los rastrojos, lo que reduce los márgenes económicos de cada productor y el saldo exportable del país.

Es sólo uno de los datos de un estudio que elaboraron especialistas como Mario Bragachini y Federico Sánchez, entre otros, del Programa Nacional Valor Agregado, Agroindustria y Bioenergía del INTA.

En los cultivos más importantes, el nivel de pérdidas oscila entre un 25% y un 50%. En soja, por ejemplo, en la última campaña se perdieron 2,2 millones de toneladas, en maíz 2,2 millones y en trigo más de 580.000 toneladas. “En los próximos tres años, el nivel de daños se podría reducir un 20% en el país, o que representa unos 219 millones de dólares por año”, aseguran desde el INTA.

Hay pérdidas importantes, además, en la producción de forrajes conservados, que crecieron de 80.000 hectáreas en 1993 a ocupar unas 2 millones de hectáreas en la actualidad, con eje en la intensificación de la producción de carne y leche que requirió mucho más silo de maíz y sorgo, y fardos de alfalfa.

“Si bien se ha evolucionado notablemente en el uso de los forrajes, la Argentina debe eficientizar aún más su producción, con el objetivo de incrementar la cantidad de materia seca producida por hectárea y la calidad que presenta ese alimento cosechado”, insisten desde el INTA.

Las pérdidas actuales durante el proceso de corte, elaboración, almacenamiento y suministro de forrajes conservados continúan siendo muy elevadas, con valores que se estiman en un 25% de la producción de materia seca destinada a silaje y 30% en la producción de heno.

Los técnicos del INTA aseguran que reduciendo un 20% la ineficiencia actual en la confección de forrajes se podrían producir 118.900 toneladas de carne más en esta misma superficie, valuadas en 222 millones de dólares, y un aumento en el ordeñe de 46,5 millones de litros de leche, que representan 9,67 millones de dólares.

El estudio reconoce que la siembra directa, el manejo integrado de plagas y malezas, la biotecnología aplicada a materiales genéticos de alto potencial de rendimiento y labores realizada con maquinaria inteligente altamente tecnificada hicieron posible que en los últimos 25 años la Argentina aumente su producción de granos de 37 a 125 millones de toneladas anuales.

Pero este crecimiento podría ser aún más importante, si el nivel de pérdidas durante las últimas campañas en los principales cultivos no hubiera ascendió a niveles superiores a los recomendados.

“Hay que recordar, además, que trabajar para incrementar la eficiencia de cosecha es una acción que en la mayoría de los casos tiene un costo cero y que repercute notablemente en los márgenes de la actividad”, concluyen desde el INTA.

Clarín