28/04/2017

Valores sostenidos para la soja, pese al importante progreso de la cosecha

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Las fábricas volvieron a pagar hasta 3700 pesos por tonelada; según la BCBA, ya se recolectó el 32,3%

Cada "ventana" de buen tiempo que se abre en las zonas agrícolas de la Argentina es aprovechada al máximo para avanzar con la cosecha de soja, que por estos días tiene prioridad casi exclusiva. Tan es así que ayer la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) relevó el progreso de la recolección sobre el 32,3% del área apta, con un salto semanal de 16 puntos. Pese a ello, y al hecho de que ya se levantaron unos 20,6 millones de toneladas, el valor de la oleaginosa se mantuvo sostenido en el mercado disponible local.

En efecto, por tonelada de soja con entrega inmediata las fábricas volvieron a pagar ayer $ 3700 para las terminales de la zona del Gran Rosario. "Buena parte de las 50.000 toneladas comercializadas se hicieron en ese valor, pese a que por lotes grandes algunos compradores pudieron adicionar entre 10 y 20 pesos", comentó a LA NACION un operador. Agregó que, además de los nuevos negocios, se les puso valor a unas 120.000 toneladas que habían sido adjudicadas bajo la modalidad "a fijar".

Las bajas se concentraron en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) y fueron un reflejo tardío de las pérdidas registradas en la Bolsa de Chicago en las ruedas del martes y del miércoles. Al cierre, las posiciones mayo y julio de la oleaginosa perdieron US$ 0,90 y 1,40, mientras que sus ajustes resultaron de 239,50 y de 244,80 dólares por tonelada.

En su reporte semanal, la BCBA volvió a sostener su previsión para el cierre de la cosecha de soja en 56,50 millones de toneladas, pero dejó abierta la posibilidad a que el número final supere esa marca. "Debido a los altos rendimientos recolectados y a las buenas perspectivas climática a corto plazo, se renuevan las posibilidades de finalizar el ciclo con un volumen superior al actualmente previsto", dijo la entidad que calculó en 35,3 quintales por hectárea el rinde promedio nacional obtenido hasta el momento.

Acerca del mercado externo, ayer la soja se mantuvo casi sin variantes en la Bolsa de Chicago, donde la posición mayo quedó estable en 347,51 dólares y el contrato julio sumó US$ 0,27 para cerrar con un valor de 351,73 dólares por tonelada.

Cereales

En el mercado doméstico de maíz los compradores volvieron a centrar su interés sobre el cereal con entrega hasta el 5 del mes próximo, por el que volvieron a ofrecer $ 2400 por tonelada para la zona del Gran Rosario. Por las descargas posteriores la propuesta fue de US$ 153, equivalentes a $ 2344.

La misma lógica imperó en Bahía Blanca, donde por el cereal con entrega inmediata se pagó hasta $ 2500, mientras que por la mercadería para descargas diferidas la oferta fue de US$ 160, equivalentes a 2451 pesos.

Estas diferencias entre ofertas están relacionadas con la necesidad de mercadería evidenciada por los exportadores (como se amplía por separado), frente a una cosecha que camina lenta, por la elevada humedad ambiente y por el mayor énfasis puesto para levantar la soja.

En ese sentido, ayer la BCBA relevó el progreso de la recolección de maíz sobre el 25,8% del área apta, lo que implicó un avance de sólo 3,2 puntos. Hasta el momento, el rinde promedio nacional fue calculado en 88,9 quintales y el volumen parcial acumulado alcanzó los 11 millones de toneladas, sobre un total sostenido por la entidad en 37 millones.

En Chicago, los contratos mayo y julio del maíz se cotizaron con subas de US$ 1,18 y de 0,99, tras cerrar con valores de 142,51 y de 145,37 dólares. La mejora se dio luego que el presidente estadounidense, Donald Trump, se mostró dispuesto a renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en lugar de optar por la salida del mismo, como lo había advertido una fuente de la Casa Blanca a la prensa el miércoles.

Acerca del trigo, la exportación volvió a pagar ayer $ 2500 para el Gran Rosario; $ 2430 para Necochea, y $ 2400 para Bahía Blanca.

 

En maíz, se agota el tiempo de espera

Con el inminente cierre de abril, un mes clave para la comercialización del maíz argentino, en el mercado local comenzaron a tensarse las negociaciones entre compradores y vendedores por el cumplimiento del plazo de entrega. Si bien puede llegarse al extremo de la cancelación de una operación, en general las partes intentan alcanzar un acuerdo para pautar nuevas condiciones, que pueden implicar una quita en el valor percibido por el vendedor.

La preocupación desde el lado de los productores es la humedad que impide avanzar con la cosecha y con el acondicionamiento del cereal para cumplir con el compromiso. Mientras que del lado de los exportadores la necesidad despachar buques en tiempo y forma es la principal razón que se esgrime en la renegociación de los plazos incumplidos. El tema, lejos de agotarse, recién comienza.