04/07/2017

Blanca, gris y anillada: las “nuevas” manchas que amenazan a maíz y soja

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Son las enfermedades que más sorprendieron por su avance durante la última campaña. Son de difícil diagnóstico y control con herramientas químicas.

En el complejo de enfermedades causadas por hongos o bacterias a cultivos gruesos, hay tres que durante la campaña que está terminando han sorprendido a los técnicos por su grado de expansión y severidad.

Se trata de las manchas blanca y gris, que atacan al maíz; y de la mancha anillada, que genera complicaciones en soja, según técnicos que disertaron durante el 13° Encuentro Nacional de Monitoreo de Plagas, Malezas y Enfermedades realizado en Córdoba la semana pasada.

Gris y blanca

El experto en fitopatología de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba), Marcelo Carmona, señaló que durante la última campaña generó preocupación entre semilleros, técnicos y productores “la aparición de epidemias del complejo Mancha blanca y Mancha gris”, que se dieron fundamentalmente en territorio santafesino.

Según Carmona, la Mancha gris sorprendió por el grado de intensidad que mostró, muy superior al de campañas anteriores; mientras que la Mancha blanca es la que más preocupa porque “es muy difícil de controlar químicamente”.

El especialista recomendó intensificar los monitoreos, pero con mucho apoyo a nivel de laboratorios, porque una de las características de la última campaña son los errores de diagnóstico: síntomas que parecen de una bacteria u hongo, en realidad son causados por otro factor. Las manchas mencionadas se inscriben entre estas enfermedades problemáticas.

“Existe cada vez más fuentes de confusión para realizar diagnósticos a campo. La evaluación de síntomas visuales para enfermedades foliares por sí sola ya no garantiza la certeza del diagnóstico. Hay muchas plantas que muestran lesiones mímicas; es decir, expresan síntomas parecidos a los provocados por agentes bióticos pero en realidad son desórdenes genéticos”, ejemplificó Carmona.

Anillada

Daniel Ploper, investigador tucumano de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) y del Conicet, habló sobre el panorama de enfermedades foliares en soja en el Noroeste Argentino (NOA) y, puntualmente, del incremento de la Mancha anillada.

Ploper mostró un gráfico sobre cómo esta enfermedad ha ido incrementando su incidencia en las últimas campañas. Particularmente en la 2016/17, la máxima severidad detectada fue del 60 por ciento del tejido foliar de las plantas.

El experto también mencionó estudios realizados por la Universidad del Litoral (Santa Fe) que demuestran el avance de este hongo: en el ciclo 2006/07 se detectaron las primeras trazas, en el 14/15 hasta cinco por ciento de severidad; en 2015/16 hasta 10 por ciento y, en la última temporada, hasta 20 por ciento.

Como en el caso de las manchas que afectan a maíz, Ploper subrayó que uno de los problemas de esta enfermedad es que “el control químico es menos eficaz que en otras foliares”.

Tizón púrpura

En cuanto a soja, Carmona también señaló al Tizón púrpura, causado por el hongo cercospora kikuchii, como otra de las enfermedades preocupantes.

Indicó que tiene una creciente prevalencia y severidad, gran variabilidad de cepas causantes y que cada vez está generando mayores daños y pérdidas de rindes. Asimismo, que es de muy difícil monitoreo y control, debido a que “ingresa a la planta 90 días antes de manifestar síntomas”.

Además, dijo que es otro ejemplo de un hongo que puede causar síntomas diferentes. “En muchos casos parece Mancha marrón, pero es un engaño: es Tizón púrpura”.

La Voz del Interior

 

Cogollero del maíz: “Hay menos población, pero el problema no pasó”

El especialista Daniel Igarzábal presentó un libro en el que analiza al detalle las características de esta oruga resistente a los maíces Bt.

“Cogollero del maíz y otras orugas del género Spodoptera” es el título de un libro elaborado por el ingeniero agrónomo y especialista en plagas, Daniel Igarzábal, con el auspicio de la multinacional Dupont.

El autor, premiado por Agrovoz el año pasado, lo presentó durante el 13° Encuentro Nacional de Monitoreo y Control de Plagas, Malezas y Enfermedades que se desarrolló en el Hotel Quórum, organizado por la consultora Halcón Monitoreos, dirigida por Igarzábal y Roberto Peralta.

Según resumió a Agrovoz, “es un material de consulta para campo; no se trata de un libro científico sino de cuestiones que pueden ayudar a tomar decisiones en el lote”.

Plaga

Para Igarzábal, un libro que analice al detalle las características de este gusano se fundamenta en que se trata de la plaga principal que afecta a los cultivos argentinos, desde que hace un par de campañas “quebró” la resistencia de los maíces Bt.

“No es investigación propia sino un racconto de muchísimos trabajos de investigación, con los datos más importantes que un técnico debe tener en cuenta para tomar las mejores estrategias de prevención y control”, manifestó el experto.

Por ejemplo, esta suerte de “manual” del cogollero brinda pautas para saber diferenciarlo de otras orugas similares que, si no se reconocen bien, pueden fallar las estrategias de control, debido a que tienen diferente tolerancia a la aplicación de insecticidas.

Panorama

Según Igarzábal, hay que tener cuidado con el cogollero porque si bien es cierto que la presión de la plaga ha disminuido, el riesgo latente de que vuelva a tener un impacto fuerte como en el ciclo 2013/14, continúa.

“El cogollero hoy está igual que el año en que se habló el quiebre de la resistencia, pero en poblaciones más pequeñas. Sigue habiendo individuos resistentes, pero la población es muy baja; antes la proporción era una oruga por planta y ahora quizás es una por hectárea. Pero la resistencia no cambió, sí la población; entonces uno puede creer que el problema pasó y no, si llega a venir un año con altas poblaciones vamos a volver a sufrir los mismos problemas de la campaña 2013/14”, explicó Igarzábal.

Para evitar brotes, el especialista destaca la necesidad de monitoreos permanentes: cada siete días como mínimo y cada cuatro en períodos de calor intenso. “Si uno va al lote a ver el cogollero y el gusano ya está adentro del maíz, por más producto que le ponga y dosis que le aumente, no va a poder controlarlo”, subrayó.