21/12/2017

Maquinaria agrícola: cuáles son las tendencias del mercado para 2018

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El experto Mario Bragachini, del INTA, prevé que, entre otros rubros, crezca la demanda d equipos de forraje conservado

CÓRDOBA.- "En los próximos 10 años se producirá una revolución tecnológica en la maquinaria agrícola global que provocará cambios de paradigmas productivos, comparables a lo que produjo la irrupción del tractor diésel en las décadas del 50/60 del siglo pasado". La proyección es de Mario Bragachini, técnico del Inta Manfredi.

Proyectó que serán cada vez menos las máquinas por hectárea pero con "mayor tamaño y capacidad operativa". En su trabajo "La maquinaria agrícola, innovaciones y tendencias al 2030" describió que la ruralidad se desarrollará a partir de sistemas productivos que agreguen valor en origen a la biomasa, con un proceso de industrialización en origen.

En el país hay unas 890 pymes productoras de máquinas y agropartes, 290 de agrocomponentes metalúrgicos y electrónicos de baja y alta complejidad que generan entre directos e indirectos unos 80.000 puestos de trabajo. Este año cerrarán con una facturación de unos US$ 1100 millones en el mercado interno y unos US$ 100 millones de exportaciones.

La producción nacional cubre la mitad de la facturación del mercado local. El sector tiene una balanza comercial negativa que explica el 12% del total del déficit comercial del país.

"Hay una caída de exportaciones por falta de competitividad del dólar y, por la misma razón, un aumento significativo de las importaciones; el gobierno operó medidas de quita de aranceles y complejidad para las exportaciones, lo cual fue muy bien recibido por el sector, implementó una línea de créditos de prefinanciación de exportaciones del Banco Bice muy buena y eso permitirá hacer más y mejores operaciones, pero el costo argentino es crucial en la competitividad empresarial del sector y es difícil alcanzar competitividad por precio", apunta Bragachini.

Para 2018, el experto estima un crecimiento en la demanda de equipos de forraje conservado, preparación y suministro de raciones, cabezales girasoleros y maiceros, tolvas de grano de gran tamaño y estiercoleras de líquido y sólido.

También aumentará el almacenaje en silo bolsa, ahora de 10 pies, y las fertilizadoras de sólido al voleo, como así también encaladoras. En las economías regionales, plantea, no hay -por ahora- reactivación de demanda de máquinas agrícolas y en los cultivos industriales se destaca el maní como demandante de equipos y la caña de azúcar con el etanol.

A su entender, al Gobierno se le podría solicitar temporariamente algunas medidas que favorezcan la exportación de maquinaria de fabricación nacional ("realmente legitimadas el 60% nacional como en el caso de Brasil"), seguir con el bono de competitividad de 14% para suplir el dólar bajo y aplicarlo también a las máquinas exportadas "hasta que el dólar sea competitivo".

Bragachini señaló que se debe continuar con la línea de créditos de tasas subsidiadas por el Banco Nación y los industriales y generar condiciones de un nivel de exportación del 25% de facturación alguna vez alcanzado y que hoy se está en el 10% de la facturación total, insuficiente para lograr competitividad sistémica.

El crédito del Nación explica en gran medida las ventas de máquinas en el mercado interno, es sumamente estratégico, pero el subsidio de tasa debería sólo ser para "la industria nacional al igual que en Brasil".

Respecto de la configuración del mercado, advierte que "parecen demasiadas" las fábricas de sembradoras (60), pulverizadoras, mientras faltan fabricantes de máquinas de procesos intensivos de producción (tambos automatizados, criaderos de pollos, granja automatizada) y también en procesos de industrialización y manufactura primaria, de segunda y tercera generación.

"Hoy la Argentina posee una balanza comercial negativa en US$ 600 millones en máquinas de procesos agroalimentarios, por lo que es necesario una rápida reconversión hacia máquinas (metalmecánica y electrónica), de manufactura para abastecer pequeñas pymes agroalimentarias en origen", planteó el experto.

La Nación – Gabriela Origlia