04/02/2019

En medio de la crisis, sube el consumo y la exportación de yerba

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Fuertes incrementos en las exportaciones y un pequeño crecimiento del mercado interno hicieron que el sector yerbatero se posicione como uno de los pocos que puede exhibir números positivos en una época de retracción económica.    El año pasado, el consumo de yerba mate creció 0,77% en el país en todos sus formatos (paquetes, saquitos, soluble). Si bien no es un porcentaje relevante, implica que en 2018 los argentinos se llevaron de las góndolas 2.013.291 kilos más que en 2017, lo cual representa un incremento de 5.515 kilos diarios y una facturación extra para los molinos de más de 120 millones de pesos anuales. 
   
   Si bien el matear es una costumbre que atraviesa los distintos sectores sociales, está muy arraigado en la clase media y en los sectores más vulnerables, que en muchos casos utilizan el mate cocido como reemplazo de alguna de las comidas del día. 
   Ese pequeño crecimiento del mercado interno adquiere una dimensión diferente si se lo compara con otros sectores productivos, que terminaron el año con números en rojo. 
   
   Otro dato interesante es que pese a la crisis económica, no hubo muchos cambios de los materos frente a la góndola: se mantiene muy fuerte la preferencia del paquete de medio kilo (59%, un 0,32% menos que en 2017), seguido del de kilo, con el 34,39% (+0,30%); mientras que los paquetes de dos kilos están en el 2,12% (-0,51%). Los más pequeños, de 250 gramos pasaron de tener el 1,03% del mercado a 1,15%. 
   
   El presidente del INYM, Alberto Re, sostuvo que el año 2018 finalizó con un “balance más que positivo” para el sector, y destacó a cada eslabón de la cadena productiva “porque cada uno desde su rol hizo los esfuerzos necesarios para proveer de materia prima, financiar la actividad, asumir los riesgos y desafíos”. 
   
   Las mejores cifras vinieron del mercado externo, que tuvo un crecimiento del 38,64% interanual. En 2018 salieron del país 43.002.819 kilos de yerba mate, principalmente a granel y soluble, lo cual reportó el ingreso de poco más de 90 millones de dólares, ya que el valor promedio de la tonelada es de 2100 dólares. 
   
   En las ventas al exterior, las empresas Kabour, La Cachuera y Piporé son los jugadores más fuertes de un mercado que en 2018 se vio traccionado principalmente por una reactivación del mercado sirio, seguido del chileno. El resto de la yerba tuvo como destino relevantes Europa y Estados Unidos, donde existe una comunidad de materos. 
   La principal proveedora del mercado Sirio, Kabour, prevé incrementar este año en un 10% los envíos de yerba a ese país de Oriente Medio y así llegar a los 30 millones de kilos. A diferencia de nuestro país, en Siria, cada persona tiene su mate y lo que gira es la pava, con lo cual el consumo de yerba es mayor per cápita. 
   
   Al referirse a las exportaciones, el presidente del INYM sostuvo que las cifras “nos indican claramente que fue acertada la decisión del INYM de trabajar con la promoción en estos mercados que tienen potenciales nuevos consumidores, que buscan alimentos saludables como nuestra yerba mate. Tanto el mercado nacional como el internacional respondieron muy bien. Y festejó porque “hay más yerba mate argentina fuera y dentro del país, y esto es un logro de todos”. 
   
   El sector primario también cerró un año positivo: la cosecha volvió a valores de 2016 después de un 2017 para el olvido por las intensas lluvias. Y algunos secaderos y molinos están comprando la yerba por valores superiores a los fijados por el INYM en septiembre del año pasado. 
   
   El total de hoja verde ingresada en los secaderos el año pasado alcanzó los 809.022.683 kilos, contra 689.984.630 de 2017.
 Fuente: Clarín