"Vamos a ir moviéndonos en la dirección de ir facilitando ese tipo de operatorias justamente además porque partimos de una expectativa en la cual está muy alto ese tipo de cambio en relación a la capacidad de la economía argentina para generar ingresos en dólares", explicó el ministro de Economía, Martín Guzmán.
El ministro de Economía insistió con que "la situación del dólar oficial es distinta a la del paralelo, tanto en el blue como el liqui". "Esos tipos de cambio hoy están en valores que no representan la realidad argentina, que no es un país de ingresos bajos, sino de medios", sostuvo Guzmán.
El ministro consideró que "se han generado tensiones en esos mercados y expectativas que explican esa brecha. Pero no representan la realidad argentina". "Si mirás la evolución del IPC no está atada a la evolución del blue", indicó y seguidamente ratificó que el plan implica que el dólar oficial vaya "de la mano de los precios".
"Hoy tenemos un tipo de cambio oficial que representa la realidad argentina en el frente comercial", sostuvo Guzmán en una presentación en el Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA).
Guzmán agregó que la brecha entre el tipo de cambio oficial y los alternativos, que alcanzó más del 100% en los últimos días, no afecta de forma directa en la economía "La brecha importa por lo que genera en las expectativas", explicó.
Por otro lado, Guzmán ratificó que el país, que agravó su recesión económica y su déficit fiscal debido a la pandemia del coronavirus, busca converger hacia un equilibrio fiscal.
Sobre el cepo cambiario, el funcionario indicó que no es momento de desactivarlo dado que primero se deben reforzar las reservas del Banco Central.
Principales conceptos del ministro Martín Guzmán- Hay progresos sólidos en temas fundamentales para ordenar la economía"
- Estamos haciendo una administración de una emergencia económica que se ha profundizado en el contexto de la pandemia. Hay progreso sólido en temas fundamentales para ordenar a la economía. En todo el mundo hay crisis y a nosotros nos ha agarrado en un contexto que ya era de crisis, y con menos instrumentos, pero se van resolviendo problemas fundamentales de la economía como el tema de la deuda, que nos va dando un ambiente distinto para ir hacia adelante hacia una economía ordenada, estable y que genere oportunidades.
- La situación del dólar oficial es distinta a los paralelos. El blue y el contado con liquidación son dólares que no importan de manera directa en la economía sino que importan vía lo que generan para las expectativas. La brecha importa por lo que hace sobre las expectativas. La realidad es que esos tipos de cambio están en valores que no representan la realidad argentina.
- Argentina no es un país de ingresos bajos sino de ingresos medios. Si medís el Producto por habitante en dólares al valor del tipo de cambio CCL, te da más o menos 4.500 dólares por habitante. Argentina no es un país de 4.500 dólares por habitante sino de ingresos más altos. Se han generado expectativas que explican en la brecha pero no representa la realidad argentina. Con el tipo de cambio oficial, estamos comprometidos en hacer que evolucione de la mano de los precios. Tenemos un tipo de cambio oficial que representa la realidad argentina en el frente comercial.
- Si mirás la evolución del IPC, no está atada al dólar blue o el CCL sino al dólar oficial. La inflación va a ser de menos de 40%. Estimamos una caída de inflación de 20 puntos con respecto al año 2019. Mes a mes, la realidad ha estado más alineada a las proyecciones del gobierno sobre la inflación que los de los mercados. La política del tipo de cambio oficial es un tipo de cambio real estable; que precios y tipo de cambio nominal vayan de la mano. En el frente cambiario alternativo, lo que va a haber es un cambio de dirección en cuanto a la política de controles de capital para el CCL.
- Control tras control, el mercado CCL, se ha ido achicando y se volvió más volátil. ¿Nos importa que haya un mercado de transacciones financieras de pesos contra dólares? La respuesta es que sí. Si es un mercado chiquito es muy volátil y afecta a las expectativas. Vamos a facilitar esas operatorias.
- El dólar ahorro no se prohibió. Su precio se encareció y se hizo más dificultoso el acceso. Estamos en una situación extraordinaria en la historia del capitalismo tal como lo conocemos. Estamos en medio de una pandemia que forzó al Estado a proteger al trabajo, la producción, los sectores más vulnerables con el ATP, la reducción de contribuciones patronales, el IFE, que llega a 9 millones de argentinas y argentinos, y eso implicó la necesidad de mayor financiamiento monetario porque no teníamos las finanzas públicas en una situación saludable.
- Hay que tomar medidas para proteger la evolución de la variable que sí importa para la determinación de los precios que es el dólar oficial. No son medidas que nos gusten, pero eran necesarias para evitar un mal mayor.
- El cepo fue puesto por la administración anterior en un contexto de enorme ansiedad económica que procedió a abrir de forma plena la cuenta capital, que permitió el ingreso de capitales especulativos, que cuando cambiaron las expectativas empezaron a irse de golpe. Eso afectaba a la gente porque esa corrida cambiaria tenía efectos sobre los precios. Los controles de capital no deben ser una característica permanente de la economía, pero para poder cambiarlos hace falta más robustez en las reservas internacionales, que no se acumulan de un día para otro; es un proceso. Buscamos ir en la dirección de regulaciones en cuenta capital macroprudenciales que ayuden a moderar la volatilidad macroeconómica.
- Hay 41.000 millones de dólares reservas de las cuales hay una parte importante que se pueden hacer líquidas de un momento a otro. Hoy tenemos los instrumentos para mantener la política cambiaria que venimos llevando a cabo.
- Argentina tiene que converger hacia el equilibrio fiscal. La sostenibilidad fiscal es un activo para la Nación. Hay que hacerlo a una velocidad consistente con la recuperación económica. Hay que racionalizar el gasto y redefinir cómo se gasta en pos de apuntar a la recuperación y el desarrollo económico. El Proyecto de Presupuesto va en esa dirección. Lo que aumenta en el Presupuesto es el gasto en la inversión pública que pasa de 1,1% a 2,2% del PBI. La innovación y desarrollo en 2019 era de 0,2% del Producto y ahora 0,5%. Lo que cae fuertemente son los intereses de la deuda que caen 1,9% gracias a la reestructuración que llevamos a cabo con los acreedores privados. Hay que racionalizar el gasto público más que bajarlo.
- Seguimos trabajando en estabilizar la macroeconomía en un contexto extraordinario en la historia y en articular entre el sector privado y el público reglas de juego que vayan generando más oportunidades. Hay un país con grandes oportunidades, una realidad dura en el contexto de una pandemia pero avances firmes en temas fundamentales. La parte más importante del programa con el FMI se va a enviar al Congreso de la Nación, y se va a determinar un sendero fiscal acompañado de uno de reducción de las necesidades de financiamiento monetario, tratando a la sostenibilidad fiscal como política de Estado.
- Nos interesan todas las inversiones. Las inversiones externas que nos interesan son las que se aplican a la economía real. En 2015 se anunció una lluvia de inversiones, y lo único que llegó fueron capitales de portafolio con propósitos especulativos y más de 100.000 millones de dólares de deuda que no fueron utilizados para mejorar la capacidad productiva real del país. Nos interesan todas las inversiones en cuanto a nacionalidad, pero lo que importa es que potencien la capacidad productiva de la Argentina.
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