Ing. Ag. Victor Veik
Cr. Matías Méndez
Marzo – 24
El cultivo de carinata es otra opción a considerar para las rotaciones de cultivo. Ambos tienen sus ventajas y desventajas, y la elección entre uno y otro puede depender de diversos factores como el clima, la calidad del suelo y las expectativas de mercado.
El trigo es un cultivo tradicional y ampliamente cultivado, conocido por su adaptabilidad y por ser un pilar fundamental en la alimentación global. Por otro lado, la carinata, una variedad de mostaza silvestre, ha ganado interés recientemente como fuente de biocombustibles y por su potencial en la rotación de cultivos con resistencia a enfermedades y capacidad para mejorar la estructura del suelo.
Rendimientos y Costos:
Los rendimientos de la carinata pueden ser variables. Aunque algunos sugieren que se pueden alcanzar hasta 1.800 kilos por ha., la experiencia práctica en la región del análisis, indica que un promedio de 1.200 kilos es más realista y conservador, comparado con un rinde de 3.500 kg de trigo. En comparación, el trigo tiene un rendimiento promedio más establecido y puede ser más predecible en términos de producción.
En cuanto a los costos, la carinata requiere una inversión inicial menor en semillas, ya que estas suelen proporcionarse sin costo hasta un rendimiento de 14 quintales por hectárea. Los costos de cosecha pueden ser más altos debido a la necesidad de un manejo más cuidadoso y a la posibilidad de que los contratistas prioricen la cosecha de trigo sobre la carinata.
Mercado y Precio:
El mercado de la carinata es más rebuscado que el del trigo, con
precios que dependen del mercado de colza de Francia, menos un diferencial
según el comprador y la campaña. Esto puede resultar volatilidad, no quiere
decir que no suceda con el trigo pero este un mercado más familiar para el
productor. Además, la carinata tiene un solo comprador, lo que limita las
opciones de venta y afecta la negociación.
La carinata puede ofrecer beneficios agronómicos como la mejora de la
estructura del suelo y la reducción de enfermedades en rotaciones de cultivo.
No obstante, requiere un seguimiento más cercano y puede ser más susceptible a
la variabilidad climática en comparación con el trigo. Es susceptible a heladas
tempranas, más en suelos con buena cobertura. La cosecha se da en el mismo
momento que el trigo, y la siembra en el mismo momento que el trigo, cuestión
importante al evaluar la logística de las maquinarias.
Consideraciones impositivas
y financieras: aspectos no incluidos en el análisis
Al igual que en el artículo anterior, se han excluido ciertos elementos fiscales y
financieros. Entre ellos, no se ha tenido en cuenta el Impuesto al Valor
Agregado (IVA) tanto en las ventas como en las compras. La carinata, se liquida bajo condiciones similares al trigo, y por lo tanto, el impacto
del IVA no ha sido considerado en este análisis, como tampoco el impacto
financiero de las retenciones de ganancias, ni el impuesto a las ganancias.
Tampoco se han incorporado los posibles intereses por
financiamiento, porque en cada
situación puede variar, y se recomienda evaluar detenidamente los costos
financieros, y la estructura de capital, en el contexto específico de cada productor.
Conclusión:
La decisión entre sembrar carinata o trigo dependerá de la tolerancia
al riesgo, la capacidad de manejo y seguimiento del cultivo, si
el productor cuenta con cosechadora propia o contrata el servicio, y las
expectativas de mercado. Mientras que la carinata ofrece oportunidades en el
contexto de los biocombustibles, el trigo sigue siendo una opción, tal vez, más
confiable para muchos productores. Se recomienda realizar un análisis detallado
de los costos, rendimientos esperados y condiciones de mercado antes de tomar
una decisión final.
